Mykonos, Simplemente Una Diosa!

Mykonos es de aquellos lugares en el mundo donde es excepcionalmente difícil describirla a través de palabras.

¿Cómo describir la luz de Mykonos sabiendo que una milla más allá, en la sagrada isla de Delos, nació Apolo, el Dios de la luz?

¿Cómo describir las playas y el mar de Mykonos y la sensación que obtienes cuando te sumerges en sus transparentes aguas de azul profundo satisfaciendo los cinco sentidos, si no lo has experimentado en sus decenas de playas?

¿Cómo describir el pueblito de Mykonos (Chora) con su incomparable arquitectura, con sus casitas blancas, las azules, verdes, rojas pinceladas en sus puertas y ventanas, las callejuelas, las iglesias y sus molinos de viento, si nos has tomado tú mismo una fotografía o no has posado teniéndolos como fondo?

¿Cómo describir el ritmo y la energía positiva de Mykonos si no has experimentado algunas 24 horas en la isla que no sólo no duerme nunca, sino que te da la oportunidad de disfrutar imágenes únicas, sonidos, aromas y sabores y tener una experiencia revitalizadora y diversión que no la puedes encontrar en ninguna otra parte del mundo?

¿Cómo describir a la gente de Mykonos si no has visto de cerca su cálida y verdadera sonrisa, si no has sentido su apretón de mano y su abrazo, si no has experimentado en persona su leventia*, kefi* y meraki* que la caracteriza?

*leventia: gallardía, valor
*kefi: Buen humor, alegría, ánimo
*meraki: Anhelo, deseo, aspiración, voluntad

Mykonos no es un lugar para ser descrito, es un lugar para ser vivido. Es un lugar para dejarse en su abrazo, para enamorarse de él, para viajar junto a él, para tomarlo y tenerlo junto a uno, para anhelar volver a él.